Era un día soleado, de esos en los que apetece comerse el mundo.

Contrastaba con el ánimo gris que atormentaba a Laura.

Pasaron unos instantes, donde su llanto se transformó en sollozos, hasta que ya pudo hablar.

- Hola, ¿cómo estás? – le pregunté a modo de introducción

- Pues no muy bien si estoy aquí – Me respondió – La respuesta habitual que suelo recibir

- Mi intención era no llorar – continuó diciendo – pero no he podido contenerme

- No te preocupes – la tranquilicé – ahora trabajaremos para ver que te ocurre y qué necesitas. Para eso estamos ambas aquí

Poco a poco y a través de una conversación tranquila y sosegada, sintiéndonos cómodas las dos, fuimos definiendo el origen.

Laura es una joven de familia acomodada, con varios familiares con carreras profesionales de éxito.

Siempre se ha sentido comparada y siempre ha pensado que ha salido perdiendo en esas comparaciones.

Lleva toda la vida sintiéndose inferior, debido al éxito del resto de su familia.

Tiene un profundo temor a estar sola con ella misma.

Por ese motivo, busca hacer cosas constantemente para tener la mente ocupada y no enfrentarse a sus pensamientos.

Bebe alcohol sólo para emborracharse y evadirse, tiene relaciones con parejas de una sola noche, aunque no sean su tipo y no la respeten, siempre está buscando la aceptación de los demás.

Se sincera y comparte conmigo que ha tenido incluso tendencias suicidas, con algún episodio algo más grave.

Ha acudido a varios terapeutas con anterioridad, pero siente que no avanza.

Tras varias sesiones de terapia y trabajo por parte de ambas, conseguimos minimizar lo que la atormentaba y mejorar su calidad de vida.

Si quieres saber cómo está Laura actualmente y cómo logramos ambas, mejorar su situación, deja tu correo electrónico aquí y te lo contaré